Según refirió, Nora Machaca López, pobladora del lugar que en horas de la tarde el olor aumenta y los niños que viven por la zona empiezan a vomitar y tener dolores de cabeza.
Además, señaló que los moradores de la urbanización Reflejos de San Valentín, realizan sus necesidades fisiológicas en orillas de la bahía del lago a pesar que cuentan con la instalación de sus desagües.
Gloria Salas