Estoy leyendo “Jim Botón y Lucas el maquinista” a mi hijo (6 años), y le encanta. Vamos a razón de 4-6 capítulos al día, yo me canso antes que él.

Ayer hice el experimento de decirle al peque que NO le leería ese día, que quería descansar y hacer otras cosas. Cogió el libro y estuvo re-leyendo un rato (en voz alta, mentalmente aún no sabe) los títulos de los capítulos (vamos por el 18, creo) :D No está mal, los títulos son largos, yo pensé que se conformaría con mirar los dibujos pero no #oleole

Luego se cansó y salimos con la pelota.

Otra cosa emocionante que pasó es que el sábado por la noche tocaba un capítulo algo tenebroso, ¡y le dio miedo! Ahí comprendí que realmente estaba siendo capaz de 'meterse en el libro'. ¡Qué alegría!

En el lado “seminegativo” de los efectos colaterales, ahora tiene mucho interés por aprender a escupir, con el consiguiente espectáculo cada vez que salimos a la calle :p