Os voy a contar un episodio de mi vida digital por el que muchos habréis pasado y algunos os tocará en breve. En este caso, vamos por una fase feliz del mismo :-)

Llevo una buena temporada siendo cliente de Jazztel... mejor decir Pazztel. Creo que son de 10 a 12 años, que ya está bien. Ahora les van a dar por culo, pero bien dado.

Los 20 Megas de Pazztel

Me apunté a su famosa oferta de 20 Megas ADSL. No soy un iluso, no me esperaba tanta velocidad ya que la velocidad real depende mucho de la distancia a la central, aunque posteriormente le dieron un toque a Pazztel por publicidad engañosa. En cualquier caso, estaba mejor que los 200k que tenía con Telefónica.

Efectivamente, no sólo no se alacanzaban lo 20 M, sigo que la calidad de conexión era penosa, con numerosos cortes de la red. El servicio técnico me dijo que lo mejor era que me limitaran la velocidad un poco por encima de la máxima que me decía el router (en esa época ~ 2,5 M) y me lo ajustaron a 3 M, con una pequeña rebaja en el cuota mensual.

Aún así, los episodios de cortes seguían siendo frecuentes y bajé a 1 M (en esta ocasión tuve que tirarles de las orejas meses más tarde para "recordarles" que me bajaran la cuota mensual).

Pero la calidad de la línea seguía siendo ínfima. Seguía teniendo recurrentes caídas de la red que más o menos se recuperaba en uno o dos días. La causa no está muy clara; detecté cierto patrón de caídas tras días de fuertes lluvias o viento. Aprendí a anticipar las caídas leyendo la calidad de la línea en mi router; cuando ésta bajaba de forma sostenida de 1 M sabía que se iba a cortar. En los últimos tiempos descubrí un truco que me permitía mejorar ligeramente la calidad de la línea para que mantuviera la sincronización a 1 M: ¡descolgar el teléfono!

A todo esto yo pensaba que en algún momento mejorarían la calidad de la línea montando una central más cercana, o poniendo algún repetidor intermedio... yo qué se. El caso es que a 35 km de una gran urbe, en un entorno fuertemente urbanizado, tenía una calidad de comunicaciones inferior a muchas áreas rurales. Pero, claro, se trata de empresaurios españoles... y la competencia me proponía más o menos lo mismo que ya tenía.

Llega la fibra

Hasta que por fin ha llegado la fibra, de la mano de Vomistar (lo de Málaga y Malagón... qué miedito). La llegada de fibra a mi barrio es otra odisea que mejor dejo para otra ocasión, con concejales dando preferencia al tendido en sus barrios mucho más periféricos que el mío... en fin.

El caso es que el otro día fui a pedir la portabilidad y ahora estoy esperando la llamada del técnico para venir a hacer la instalación del tramo final.

Pero entretanto me ha llamado ya un comercial de Pazztel a llorarme para que me quede. El muy cerdo soplapollas tuvo la desfachatez de ofrecerme una rebaja de los 43 euros que pago ahora a 25; y todo eso diciendo que iba a investigar cómo es que nadie se había puesto en contacto conmigo para ofrecerme esa rebaja. Le respondí que nadie tiene que contactar conmigo para hacerme una rebaja; que me la hubieran hecho y punto. Y no ahora, sino hace tiempo, cuando me cansé a llamarles con incidencias técnicas.

Y cuando le colgué al capullo ese habiendo rechazado su "oferta" me sentí en la gloria... ¡ahhhh, la venganza! ¡Qué bien sabe, aunque haya que esperar una década!