En general, históricamente y salvo contadas excepciones, la clase política argentina (sin distinción de colores político/partidarios) se ha hecho rica (o más rica); y, en general, los ciudadanos (sin contactos o intereses político/partidarios) pobres (o más pobres).

Periódicamente, debemos soportar las “desafortunadas” o #irresponsables decisiones políticas (paradójicamente sin responsabilidad política o judicial por parte de sus autores; de ésto último, algunos cambios legislativos les han favorecido: La reforma a la Carta Orgánica del Banco Central y la reforma a la responsabilidad civil del Estado y la de sus funcionarios y agentes, por ejemplo).

¿Recuerdan ustedes lo que ocurrió en los años 2000/2001?, cuando los protagonistas (y las víctimas, a diferencia de la clase política argentina, cabe aclarar) de una serie de "desaciertos" (o de incumplimientos normativos) fuimos los ahorristas.

Ahora, luego del despilfarro de bienes y fondos públicos, de la #corrupción (tanto por parte de algunos integrantes del sector público como del sector privado) y la #desvalorización de la moneda nacional, nuevamente debemos soportar la #inflación ... más el tarifazo y, nuevamente, la "irresponsabilidad" de la clase política (han aumentado su dieta, inclusive aquéllos que fueron responsables de la actual situación económica del país; y además, muchos vuelven a postularse para ocupar un cargo público en el próximo nuevo año). ¡ Dan vergüenza ajena !.

Manteniendo la esperanza de poder ver, en algún momento, a una clase política y a un sector privado comprometidos con el bien común (y no con sus intereses particulares o personales), les deseo un

¡ Feliz año nuevo !
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