Hay que redefinir qué consumir y qué se entiende por "vivir bien", especialmente en un contexto de cambio climático y de reducción de recursos disponibles (energéticos y minerales).

Alguien que tiene cubiertas sus necesidades materiales básicas y una rica vida social, lo que no implica necesariamente un gasto económico (por ejemplo, echar una partida de cartas con unos amigos o vecinos), me parece que vive bien.

El objetivo deseable, para mí, es la salud, ya que comprende en la parte material las necesidades básicas (alimentos sanos, cobijo y abrigo evitan muchas enfermedades) y en la inmaterial cosas como relaciones sanas (lo que eliminaría, por ejemplo, a los jefes, que son unos psicópatas en su mayoría).