Sólo que, en este caso, en una situación de colapso socioecológico.

No soy partidario de explotar el sistema desde dentro y luchar en las instituciones; prefiero construir proyectos autogestionados que ahoguen hasta hacer innecesarios los Estados, pero no critico a los libertarios que, de buena fe, decidan participar en las instituciones para facilitar proyectos de emancipación y restar poder al enemigo (Capitalismo-Fascismo). Tan sólo deseo que el enorme desgaste que su labor requiere dé un minimo de frutos y no sea una pérdida de tiempo y energías.

El artículo es largo y me parece interesante, aunque me pierdo en algunas partes con un lenguaje tan especializado como el que usa Emilio Santiago Muíño.

Viejos planes, nuevas estrategias