EVAnaRkISTO

Capitalismo: El camaleón asesino

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Sólo me viene a la mente la Iglesia Católica como otra organización/institución que sea capaz de desactivar y asimilar la disidencia, además de adaptarse a los tiempos para sobrevivir (aunque la Iglesia Católica es más rígida).


Tras el engaño de la "economía colaborativa capitalista" parece que ahora le toca el turno a la Economía Social y Solidaria, todo para que la fiesta de los ricos siga, aunque conduzca a la extinción de la Vida. ¬¬


Y es que el único Capitalismo bueno es, como el Fascismo, el que no existe.


Empresas, ¿para qué? 


"¿Se imaginan un concilio de obispos y cardenales poniendo en duda el dogma de la Ascensión de María, uno de los últimos adoptados por la Iglesia católica, en la década de 1950?

Pues algo parecido acaba de suceder entre los que profesan la fe en el capitalismo. La Business Roundtable, una de las organizaciones más influyentes del capitalismo estadounidense, que reúne a la flor y nata de los directivos y que está presidida por Jamie Dimon, presidente del banco JP Morgan Chase, aprobó en agosto un manifiesto que se desmarca de uno de los dogmas más asentados de la ortodoxia económica, conocido como la "primacía del accionista". Lo estableció por escrito en las décadas de 1960 y 1970 el premio Nobel de Economía Milton Friedman, que ocupa un lugar de honor en el panteón neoliberal, y que reza, en síntesis, así: "Las empresas tienen una, y solo una, responsabilidad social: incrementar sus beneficios, (...) respetando las reglas del juego".

Durante casi seis décadas, el dogma se ha repetido en todas las escuelas de negocios y facultades de empresariales, y ha guiado la actuación de los ejecutivos y de la mayoría de instituciones de los países occidentales: la misión de una empresa es aportar valor al accionista. Punto final. Hasta ahora.

Ciertamente, tener beneficios era el propósito único de las empresas. Pero en su importante manifiesto del pasado agosto, la Business Roundtable reformula por completo el sentido mismo de las corporaciones: su objetivo, subrayan ahora los principales ejecutivos estadounidenses, no puede limitarse solo a los beneficios y a dar valor al accionista, sino que debe tener un impacto positivo también para el conjunto de la sociedad y para todos los actores involucrados (stakeholders, en inglés), entre los que cita explícitamente los trabajadores, las comunidades, los proveedores y los consumidores. Es decir, los trabajadores deben estar bien retribuidos, las localidades compartir los beneficios (a través de impuestos y, por supuesto, sin contaminación); los proveedores, obtener un precio justo, y los consumidores tener acceso a productos de buena calidad y que, obviamente, no contribuyan a la destrucción del planeta."

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