Hoy día es muy común que nuestro móvil sea la agenda en la que guardamos la información de aquellas personas que conocemos o apuntamos las citas médicas, conciertos a los que vamos a asistir o simplemente recordatorios de algo que tenemos que hacer en un momento determinado.
Según han ido evolucionando los móviles toda esa información que introducíamos ahí, ha acabado también en servicios de internet (como los proporcionados por Google) para así garantizarnos que cuando cambiáramos de móvil no íbamos a perder ninguno de estos datos ya que de una forma muy sencilla nuestro móvil se sincroniza con ese servicio y automáticamente se descarga toda esa información, con lo que los tiempos de copiar los contactos a la sim para no perder ninguno al cambiar de terminal se habían terminado.
Ahora bien, en todo este proceso no nos dábamos cuenta, o nos importaba bien poco, que para nuestra comodidad estábamos alimentando con nuestros datos (y lo que es peor con los de nuestros contactos) a una empresa cuyo negocio principal es el tráfico de información.
Sin embargo, la idea de tener un lugar donde almacenar esta información e incluso compartir parte de ella con otras personas (por ejemplo el calendario de entrenamientos del club de brisca) no tiene por qué ser demasiado mala si hacemos que esa información no vaya a parar a un servicio controlado por el Mal sino a un lugar que nos de confianza...EVAnaRkISTO likes this.