Es un tema que hace rato da vueltas de un modo u otro.

En efecto, los que hacen el trabajo de programación/desarrollo/etc. no viven del aire, necesitan comer, pagar las cuentas, en suma, subsistir -de ser posible, dignamente.

Lo primero que se me ocurre es machacar con el punto para que este cuento de la "gratuidad" que han hecho proliferar grandes corporaciones (que no dan nada "gratis", sino que su mecanismo de lucro pasa por la venta de datos de usuario y publicidad a la carta, amén de la explotación de sus empleados que son quienes realizan el trabajo) se reemplace por una consciencia del valor del trabajo, la cooperación y solidaridad, que es donde el software libre, además, tiene unas bases conceptuales concordantes.

Los límites de esto bajo el capitalismo en su etapa histórica de agotamiento actual ya no dependen de voluntarismos temáticos -por muy colectivos que sean- sino de la economía mundial y la lucha de clases. Esta sea probablemente la gran cuenta pendiente que toda la comunidad del software libre -sobre todo en cuanto 'movimiento'- se vea obligada a procesar para avanzar en su comprensión de la situación y orientación política.

Buen tema para conversar.