Juan Gabalaui

Juan Gabalaui at

La derecha hace un análisis más certero del tipo de personas que conforma la sociedad española y este acierto les permite ajustar su estrategia comunicativa para no solo movilizar a su electorado sino también reducir las posibilidades electorales de partidos antagonistas. Es decir, no solo estimula la participación de sus votantes sino que, a través de campañas de comunicación agresivas contra sus contrincantes, genera una clima de incertidumbre dirigido a desmovilizar al electorado de la izquierda política o, al menos, a evitar que voten por lo que consideran falazmente partidos radicales. Su análisis es más certero porque las políticas neoliberales de las últimas décadas han ayudado a moldear un perfil, adecuado al interés de la derecha política y económica, basado en el consumo, el hedonismo y la individualidad extrema. Todo esto en un contexto en el que las personas están preferentemente[pre]ocupadas por sobrevivir pagando facturas, hipotecas y múltiples deudas relacionadas con el consumo desaforado. Ademas del proceso de desideologización de la izquierda política, iniciado por gobiernos reaccionarios como el de Ronald Reagan y Margaret Thatcher, que sirvió para vaciar de contenido las propuestas de la izquierda, la cual no ha sabido reaccionar ni adaptarse a la nueva realidad, mientras que los planteamientos más conservadores y restrictivos en cuanto al ejercicio de derechos fundamentales se han imponiendo en una gran parte de la sociedad. No solo en la sociedad española sino en gran parte del mundo occidental.La ausencia de debates públicos sobre asuntos de interés común es un ejemplo de la pauperización del pensamiento y el diálogo político. No se plantean debates sobre problemas reales sino que se utilizan abstracciones dirigidas a estimular y movilizar al electorado. La reducción de la persona pensante, política y capacitada a simple votante le convierte en una mera observadora de la batalla dialéctica en la que el único impacto posible que tiene es la elección de un bando al que apoyar. En el caso de la Comunidad de Madrid, cuando Díaz Ayuso plantea la falsa dicotomía entre socialismo [comunismo] o libertad orienta la campaña política hacia posiciones exclusivamente ideológicas. Renuncia de forma expresa a hablar de lo cotidiano. Eleva el enfrentamiento al terreno de la abstracción donde la deformación y la alteración de los significados son más simples. Esto no implica que las políticas que defiende Díaz Ayuso no afecten a la cotidianeidad. Todo lo contrario. Hablar sobre socialismo o libertad oculta las políticas reales, es decir, aquellas que tienen un impacto directo en la sociedad. Así mientras confrontaba una y otra vez con el gobierno de coalición español, en plena gestión de la pandemia, el gobierno de Díaz Ayuso no era capaz de presentar unos nuevos presupuestos adecuados a la actual situación. Este fracaso de gestión no ha ocupado las primeras páginas de ningún periódico ni ha abierto los telediarios de televisiones públicas y privadas, más interesadas en el enfrentamiento político y en los golpes de efecto semanales de la administración madrileña. Esta simple maniobra comunicativa condena a la población madrileña a elegir qué bando quiere apoyar mientras que sus problemas se mantienen y agudizan.

Emociones desatadas

Michele Montagna likes this.

EVAnaRkISTO shared this.